- Sumérgelos en agua fría de vez en cuando. El agua fría activa la circulación sanguínea de los pies y de las piernas, así de deshinchan y se notan más ligeros.
- Álzalos por encima de las caderas, ya sea sentada o tumbada. También para activar la circulación.
- Sumérgelos en agua con jabón un par de veces a la semana y añade esencias aromáticas y aceites esenciales: para los pies hinchados, la menta; para relajarlos, la lavanda; y para prevenir el olor, el romero.
- Pasea por la arena de la playa, en la orilla del mar. Si puedes, hazlo a diario. También activa el flujo sanguíneo y ayuda a evitar la aparición de varices. Además la arena actua como exfoliante y el contacto de la planta del pie con la arena favorece la relajación y propicia un efecto sedante que libera estrés. ¡Saca tus pies a pasear!
- Sécalos a consciencia. Es importante secar bien el espacio entre los dedos para eliminar toda la humedad. Así evitaremos que la humedad se impregne en el calzado y puedan aparecer hongos.
- Elimina las durezas. Existen varios sistemas para tratar las durezas, como las limas eléctricas, que son muy fáciles de utilizar. Un consejo: exfolia antes de ducharte, te ayudará a deshacerte de piel muerta, y después frota medio limón durante la ducha diaria. Puedes utilizar exfoliantes ya preparados, o bien hacerte unos propio a base de crema hidratante y sal gorda.
- Hidrátalos. La piel seca de los pies puede provocar descamaciones y grietas, que pueden llegar a ser dolorosas. Es esencial que cuidemos los pies a diario, con una crema hidratante que se corresponda a nuestro tipo de piel.
- Cuida y colorea las uñas de tus pies. Córtalas, límalas y corrígelas siempre que sea necesario. Para dar un toque más favorecedor al conjunto de tus pies, píntate las uñas con los tonos de la temporada, o con tu estilo más personal u original, eso ya va a gustos. Pero cuidado: no es recomendable tenerlas pintadas constantemente, ya que los esmaltes llevan una proteína llamada keratina, que les prohíbe respirar. Así que es conveniente darles un respiro de vez en cuando.
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